Sentirse impostora por no ser aceptada en el privilegio

Llevo unos días comiéndome la cabeza. El porqué esa repulsa a mi persona y porqué tanta gente acaba teniendo problemas conmigo. Lo cierto es que no suelo ser una busca broncas. En serio, no lo soy. Pero también pasa que lo que es ciertamente polémico trasciende y cuando me doy cuenta tengo desconocidos rajando de mí y de mi vida personal. Casualmente todos los de generación "boomer".

Llevo siete años escribiendo artículos de rol y material de juego en Bastión Rolero. Tres años como editora. Hace unos años se me ofreció escribir en varias editoriales porque, como me han dicho "no hay suficientes mujeres". Así que cuando esas editoriales empezaron a publicar a mujeres conmigo dejaron de contar. Ya no existo. Entre eso y desde que denuncié el caso de explotación laboral de Nosolorol que sacó a la luz CNT, soy persona non grata en todos los sitios.

Era algo que me reconcomía y me dolía. Se me acabó el querer publicar y el querer entrar en el circuito editorial. Pero lo cierto es que lo he pensando y, ¿por qué quería hacerlo? La realidad es por la necesidad de demostrar que existo, que soy rolera, creadora y que tengo virtudes como los que están ahí, hombre privilegiados. Lo cierto es que aún haciendo todo lo que hago y más, mis ambiciones y logros jamás serán suficientes porque ellos no quieren que lo sea. Siguen negando que haya un 40% de jugadoras de D&D en los datos de Wizards, siguen preguntándose el porqué no hay roleras en sus charlas o mesas redondas, sin preguntarnos directamente a nosotras... a ellos les interesa perpetuar unos privilegios y no compartir lo que tienen, porque son de una generación que ha acaparado todo el poder y control de la sociedad.

He organizado jornadas físicas y online, dirigido de todas las formas, he sido parte de mesas redondas, he ganado premios de diseño de rol, soy editora del blog más importante de rol actualmente... y todo me sabía a poco por no ser capaz de atravesar el techo de cristal que ellos me impusieron para hacerme de menos.

No soy yo la que falla o la que no tiene interés o talento. Porque creo que escribo bastante bien y a la gente le gusta lo que comparto, sino que simplemente no intereso. No van a compartir nada conmigo y yo, como una tonta, he caído en la trampa de ansiar ese puesto y vivir de ilusiones absurdas. No soy menos rolera por no estar mi nombre en su catálogo, yo ya publico aventuras y juegos, comparto ilusión y presento el rol a muchísima gente que confía en mí y que quiero. Pero me he dejado llevar por las estructuras de poder.

Esto me ha llevado a pensar que me estaba centrando demasiado en una generación que me ha tirado por el váter en la primera de cambio y en quien me debo fijar y con quien debo compartir mi talento es con la gente de mi edad y las nuevas generaciones. Darles mi tiempo y esfuerzo para que tengan todo y más. Que ellos sean los que vayan a tener las futuras editoriales de rol, contando que los viejos perros privilegiados acaben hartándose o en una residencia. Y que ellos sí quieren mujeres en el rol, herramientas de seguridad y una normalización en el rol por la que sí están luchando realmente en el día a día. Y son los que me apoyan sinceramente y se preocupan por mí.

He perdido muchos años de mi vida por querer tener en un status quo inexistente y que me tenía atada.

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