El pozo de Brunnenburg

Hoy dirigí El pozo de Brunnenburg. Es un módulo genérico y dungenero escrito por Eneko Menica y Eneko Palencia, del grupo creativo Grapas y mapas. En digital es gratuito y el ejemplar en físico se puede conseguir en Lulu a un precio muy bajo (¡esperad a que salga descuentos y/o código de envío gratuito!). Cuidado con todos los spoilers de esta entrada, ¡no me hago responsable!

La experiencia fue muy positiva. Mis jugadores fueron Luis, Javi y Ángel. Con los dos primeros ya había jugado y siempre me hacen sentir muy segura dirigiendo, puesto que me siguen bien el rollo y disfrutan de mi "rol mamarracho". Ángel se adaptó rápido y espero verlo en futuras sesiones.

La aventura es bastante larga jugada tal y como se plantea en el manual, puesto que la dungeon tiene demasiadas salas. Muchas de ellas sino casi todas, no tienen ni tan siquiera tesoros, encuentros o relevancia en la narrativa. Es solamente alargar la dungeon.

Podemos diferenciar dos partes jugables: fuera de la dungeon y la dungeon de tres niveles. El pueblo tiene su gracia puesto que hay muchas coñas como el parque Lorem Ipsum o los diferentes puestos que hay en el mercado. La aventura está pensada para que los personajes vayan al pozo, pero lo cierto es que no es que haya mucha urgencia de ir o algo más allá de un par de rumores de que hay una mazmorra en él. Cuando los personajes intentaban obtener más información de qué había en el pozo, no había mucho que pudieran saber de él... ¡porque yo misma tampoco lo sabía!

La aventura es totalmente aleatoria si se juega a rajatabla, viendo qué hay en cada sitio una vez se accede a él, pero lo cierto es que es mejor que detalles como lo que ocurre en el pozo y el monstruo final se detallasen al principio y se pudiese relacionar con la pregunta inicial "Que ha ocurrido reciente". Tuve que ir al final de la aventura para intentar relacionar la enfermedad que asolaba la ciudad con el mal olor del pozo y el monstruo. La figura del Patricio es muy importante y tampoco es que haya demasiado sobre él, ¡ni tan siquiera un aviso de su relevancia!

Como hay detalles aleatorios que a su vez no se relacionan con lo que ocurre en superficie, pues hay muchas cuestiones que jamás se llegan a responder. Hay sectarios y es posible que el monstruo sea el hijo del Patricio de la ciudad, que desapareció tiempo ha, y a la vez que la hija de Patricio a su vez sea la virgen que los sectarios (¿de dónde salen?) tratan de sacrificar.

Además tuvimos la mala suerte de que nos tocaba siempre las elecciones más aburridas por cada sala. Entre eso y que estuvieron los personajes dos horas de las cuatro que íbamos a jugar haciendo cosas por el pueblo, me obligaron a recortar muchísimas salas y espacios. El nivel -2 de la dungeon prácticamente me lo salté por desidia. Hubiera preferido solamente dos niveles.

Nosotros con cara de muertos, ¡la partida empezó a las 10h de un sábado!

Como me encanta que los jugadores añadan cosas y hagan la partida suya, dejé que convencieran a un grupo de bandidos que vivían en la dungeon, la guerrera de la posada y el aficionado a la cartografía (personajes que aparecen aleatoriamente) para que los acompañasen. Los bandidos salvo uno y el cartógrafo murieron por no ser capaces de pasar por una cuerda. El monstruo tentacular los empalaría después con sus tentáculos.

Gracias a estos personajes adicionales pude paliar el aburrimiento de la dungeon. Que conste que la idea de la dungeon es original y los planos molan mucho, pero al ser aleatoria es difícil plantear algún enigma o puzzle a resolver en global en la dungeon, que es a lo que suelo estar acostumbrada.

El momento más top fue las babosas parlantes que acabaron cantando los coros en una escena amorosa entre la guerrera de la posada y una de los personajes (Papaya). Y que la propia Papaya esperara al resto del equipo en una tinaja bañándose desnuda mientras esperaba a que el resto pasase por la cuerda (¡mira que dio de sí el río a atravesar con la cuerda!). Dice Luis que elige a Papaya por el nombre, pero lo cierto es que creo que la lleva magistralmente y que sabe sacarle mucho partido. Aunque sea un personaje pregenerado, se acordaba de otras aventuras donde también la había escogido, así que añadió detalles y guiños de eventos ocurridos en La cripta del dolor. Le pudo dar muchísimo sabor a la aventura. La química entre jugadores era buena y todos estábamos en la misma onda, por lo que todos éramos muy activos y aportamos muchas cosas juntos.

A pesar de mis quejas y pataletas, si esta aventura se lee con calma y se toman decisiones vitales por adelantado sería un buen módulo.

Ahora dejo por escrito mi visión como directora sobre Vieja Escuela. Me encanta este sistema y lo uso muchísimo porque no requiere demasiada preparación o esfuerzo para aprenderlo y dirigir, pero creo que no voy a dirigir a más niveles. Tener personajes que son mundanos, con riesgo de morir si no usan bien sus papeletas, es muy divertido. Subir niveles en los juegos dungeneo, solamente implica combates más largos, combates que por lo normal suelo acortar y acabar resolviendo narrativamente. La epicidad de los combates no tiene que ver con lo duro que es el combate sino en la relevancia narrativa del combate. Al menos para mi.

El pozo de Brunnenburg me lo guardaré para futuras jornadas, cuando no sepa qué dirigir y quiera una opción segura, reduciendo opciones aleatorias y sabiendo qué opciones de cada tabla prefiero por diversión. El purismo se lo dejaremos a otros.

Opinión de Luis: https://twitter.com/TumulodeGorblag/status/1221080002344759296

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