Mass Effect: una historia de amor y odio

He comprado hace nada el Mass Effect Andromeda. Por casualidad vi que estaba a siete euros y me lancé de cabeza. En su momento no lo había comprado porque no sabía si me iba a ir en el ordenador... y esta vez sin comprobar siquiera si me iba a ir, lo instalé en mi ordenador nuevo. Cuando me mudé en Valencia me di cuenta de que mi viejo netbook era insuficiente. Me di cuenta cuando hice la declaración de la renta y casi lloro. Así que ordenador nuevo y juego Mass Effect nuevo.

Mass Effect es una saga que me apasiona y horroriza. Me apasiona más de lo que me horroriza sino no hubiera comprado el Andromeda. Es un shooter con elementos RPG que me dejaba conocer nuevas razas, nuevos planetas y nuevas tramas. Tiene referencias a novelas de ciencia ficción varias, algunas que no he sabido ver y que he leído en artículos de internet y wikias.

Es un universo muy rico, con un sabor propio, aunque tampoco especial o brillante, sino que es una obra cuidada e inspiradora. Una obra inspiradora que empezó genial en su primer juego y que fue decayendo hasta el fiasco del tercero. Pero esto es como la trilogía de Dune: en conjunto me parece la hostia, de los libros solo salvaría en primero. Es decir, que mi visión positiva de la saga es por un primer juego que me ha tocado el corazón y resultado final de la obra en conjunto.

Las novelas también me han gustado, tanto por el estilo del autor que me encanta ya que es capaz de sumergirte en la ambientación sin hacer los libros espesos, como porque complementa información de eventos y personajes de la saga.

Centrándonos juego a juego, en el primero nos da una trama bastante sencilla, con incluso tópicos que he visto en JRPGS, pero nos dejaba visitar planetas donde desbloqueábamos aventuras secundarias y conocer qué había a mayores en el universo que lo que nos mostraba la trama. Me encantó la Ciudadela, ciudad eliminada en juegos posteriores y siendo sustituida por la "madura" Omega (digo madura como burla/queja, meter asesinos y gente mala para mostrar la crudeza del universo infantiliza al juego y al público). En la Ciudadela conocías razas, sobre Inteligencias Artificiales, como cogerte una cogorza en el futuro, a odiar al consejo, pasear entre embajadas y especialmente, la Consorte y el Corredor Sombrío. La Consorte, esa asari que es capaz de saber todo de ti y leerte el alma, me pareció un puntazo muy poco aprovechado en general en la saga. El Corredor Sombrío es más determinante para la saga de lo que parece inicialmente y en los siguientes juegos pasa a ser determinante. Son detalles pequeños que aderezan el juego de manera magistral.

En el segundo empezó la decepción: ya no eran escenarios más o menos abiertos donde podías atacar a los enemigos por la espalda, sino que, siguiendo la corriente shooter, se nos presentaba los típicos escenarios y encuentros de pasillos. Muy lineal todo. Además se cargaron la exploración espacial y eso fue para mi un sacrilegio... ¡quizás sea de las pocas a las que les gustaba el Mako! En este juego nos empiezan a mostrar quién es el Hombre Ilusorio, típico villano estrafalario que no sabes cuál es su plan y con el que no te puedes ver cara a cara, sino que te enfrentas con sus secuaces. Aburriiiiiidooooo. Este juego está centrado además en los recolectores y el juego dio un giro a ser un juego de terror espacial. Los recolectores me daban mal rollo y me daban miedo, cosa que no daban los geth. No entiendo esta decisión creativa y el porqué de los recolectores. En este juego por fin nos dejan tener un romance con Garrus, que es un amor de hombre y quiero y espero rodearme de Garrus en mi día a día, así que por él este juego lo salvo por los pelos. Ah, la misión suicida es un truñaco. Así os lo digo.

En el tercero los combates ya no eran pasillos, ¡hurra! pero cambiaron de chip de nuevo y, dando palos de ciego, se les ocurrió que todos los enfrentamientos fueran un 3:16 Masacre en la galaxia, es decir, ataques de hordas de enemigos en un escenario cerrado y limitado, especialmente para la ocasión. Eran tan insufribles los combates (que no difíciles) que bajé la dificultad a "narrativo" pensando que iban a reducir el número de encuentros o enemigos. Pues no, simplemente era más difícil morirte. Ese juego me agotó y ya que hubiese enemigos de inspiración ninja... pffff

De lo que salvo de este último juego es su final, el final de la saga. La gente lo criticó muchísimo, pero siendo una saga basada en decisiones, me pareció acertado que te pidieran a ti escoger y que ninguna opción fuese la mejor. "No puedes salvar a todo el mundo" es el lema de la saga y no podía ser de otra forma. A mi me encantó en general ese detalle, independientemente de las críticas de que las decisiones que tomas en la saga no determinan el tipo de final. ¡Pero sí el sí desbloqueas el final "bueno"! Que por cierto, no he visto todavía, así que me toca ir a verlo a youtube. Este juego permite resolver el futuro de razas y de conflictos galácticos y te pasas el juego siendo la pacificadora, no obstante, la sensación de urgencia que había en juegos anteriores se pierde. Aquí te dicen continuamente que "viene el lobo" pero el lobo sólo aparece si avanzas la trama principal, por lo que al final estás viajando de planeta en planeta resolviendo misiones absurdas y tontunas para conseguir "apoyos", apoyos insuficientes siempre si no te pasas por el online y te pones a jugar, ¡odio el online! y es por eso que no pude desbloquear el final definitivo. Shit happens.

También me he perdido detalles de los DLCs porque me niego a pagar más por ellos que por los juegos (los juegos los adquirí años después de su estreno, por lo que el más caro fue el Mass Effect 3 que lo comprara a diez euros). Así que no puedo decir mucho sobre ellos, aunque la gente parece contenta por todo lo que cuentan y descubres, como el saber qué le ocurre a Liara y porqué acaba siendo como es en la segunda y tercera entrega. Así que prefiero vivir en la inopia que gastar mis dineros. Aunque me los pueda permitir.

No sé que más puedo decir de este artículo "improvisado" para este blog salvo que me gusta la saga. Me gusta Mass Effect por todo lo que ha sabido transmitirme, para bien y para mal, haciendo que juegue y finalice tres juegos (soy de abandonar juegos en las puertas del boss final). Mass Effect ha sido algo que ha reconfortado y alimentado a mi fan del scifi interna, hasta el punto de, años después de acabar la saga, he comprado el Andromeda y estoy planeando una campaña con el sistema Savage Worlds para dirigirle a mis amigos, para que conozcan Mass Effect y compartir con ellos algo que me ha hecho tan feliz.

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